Imaginate sobre la arena fina y castaña. La espuma del agua roza tus pies, el olor del mar inunda tu cuerpo. Miras hacia arriba y la inmensidad del azul te acoge, te remueve y te calma. Estás frente al mar. Nada es tan importante, ningún ruido es capaz de quitarte la paz. El azul del océano te atrapa. Azul marino en los días más oscuros, azul celeste en los días más soleados, y transparente en los días de verano. Un azul infinito que se entremezcla con el color del cielo. La infinidad del océano esta frente a ti.

Podríamos preguntarle a cada persona cuál es su relación con el mar, puedes soñar ver el mar algún día, puedes visitar la playa cada verano o puedes vivir del mar. No importa cuál será tu enlace, pero es especial. Es misterioso y es atrayente. Su tranquilidad en los días de calma, atrapa y su oscuridad en los días de tormenta, engancha.

¿Qué hay bajo el mar que nos hace connectar? La belleza de lo desconocido.